viernes, 24 de abril de 2009
El duende cautivo en la arena
Mientras el nómada caminaba por el desierto, un rayo del sol turbó su alma, y repentinamente un destello allá lejos, en la misma arena que le abrasaba los pies, un objeto que brillaba atrajo su delirante mirada hacia sus brillos infrecuentes.
Una botella llena de arena y aire de otros tiempos aparecía ante sus derretidos ojos de vagabundo salvaje.
Y al parecer esa botella, como si en un cuento de Kafka fuera, contenía un mago, un duende, un djinn que le ofrecería en el instante después de haber perdido la racionalidad, 3 deseos que soolventarían todas las carestías que en su amarga existencia, anodina y a la vez brillante, los caminos del deseo alguna vez le llevaron.
Su primera pregunta fue, en su trance delirante en medio de un desierto de abrasadora soledad, ¿quién es? su pregunta fue contestada, y solo quedaron 2
¿estoy en un sueño?
también ésta fue respondida
¿acaso soy un dios que sueña despierto con que es un duende que sale de una botella y me ofrezco a mi mismo la felicidad que nunca poseeré, a través de la trampa del alma que es un sueño?
Al despertar, estaba encerrado en una botella y alguien se acercaba maravillado por el brillo del cristal de Granada que era su prisión.
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ARTE Y DISEÑO ENTRE LO DIGITAL Y LO HUMANO
Tras varios años trabajando los medios digitales, ahora me dedico a publicar relatos cortos e historias mientras me adentro en lo más profundo de las artes plásticas...
3 comentarios:
ke dibujo mas wapo... ole!
gracias tere¡¡
acrílico sobre cartulina con guesso
un beso
buen dibujo, genial título... y la historia muy sugerente.
tenía ganas de reconectar con esa cabeza tuya. me alegro de haberme metido hoy aquí.
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